jueves, 17 de abril de 2008

A MIS VIEJOS




A MIS VIEJOS

La piel, los ojos, las manos y sus sonrisas…
Ver dos manos en las cuales han pasado ya más de 80 años,
ver dos manos que al tocarse se conectan sus ojos, su sonrisa y su presencia.

Sí, presencia Divina de dos.
Presencia Divina de dos seres que se juraron amor.

Ver a dos viejos tomados de la mano…
Ver dos miradas contemplándose y respetándose.

Ver eso en dos personas, con arrugas,
con ojos gastados y cuerpos cansados
me hace pensar que el tiempo es limitado.

Somos seres limitados,
somos seres de palabra,
somos seres trascendentales,
somos seres del viento,
del amor, del infinito,
de la poesía y del todo poderoso

somos caverna,
somos paja,
somos papel,
somos agua,
somos carne,
somos sangre,
somos tierra,
¡somos vida…¡

Somos seres que estamos hoy y mañana también,
pero llega el momento, en que estar en algún lugar es relativo.

Estar y no estar en un límite de tiempo y espacio,
estar vivo o seguir viviendo con la garantía de la Fe y de Dios.

Somos seres limitados,
somos persona,
somos corazón,
somos razón
somos pasión
somos locura
somos todo, pero sobre todo somos seres de alfa y omega,

nuestro transcurrir esta en el descubrir en dónde estoy;
en mi tiempo, mi tiempo y no otro.
O entro en un estado de contemplación
para ver mi propio tiempo en el transcurrir del tiempo de los otros.

Tiempo marcado cuando estoy
en el vientre y cuando estoy
en la tierra.

Vuelvo a la tierra
como han vuelto todos aquellos que
se aferraron a detener su tiempo.

Mi tiempo es alfa y omega,
yo y mi tiempo,
mi vida tiene límite
si, lo sé … y eso me angustia y me asusta.

Cuando veo a mi madre y mi padre
cómo el tiempo los ha marcado,
pienso que la marca es el sello de ese tiempo.

Marca su cuerpo,
marca su mirada,
marca sus manos,
marca sus dientes,
marca su cabello ,
marca su presencia y su existencia.

Tiempo que marca todo a su paso,
menos su corazón fuerte y su sonrisa trascendente.

¿Quiénes somos?;
¿acaso somos un sueño?
¿acaso somos un ayer?
¿o acaso somos un ayer, hoy y siempre?


Yadiar Julian enero-abril del 2008

1 comentario:

Hugo Boggi dijo...

El homenaje que brindas a tus padres indica - a mi juicio que sabes valorar las raíces como clave para educar en la diversidad y poder ayudar a madurar por caminos de paz y de bien.
Me pareció muy interesante tu blog, es bueno que México cuente con educadores como los que el blog muestra.
Un abrazo guadalupano desde Azul, Argentina, desde donde pensamos la educación en
educazul.blogspot.com