LA SIMULACIÓN EN LA EDUCACIÓN
" La educación no es una ficción ... es una realidad que debe uno aceptar,
con compromiso y vocación, si esto no es así , entonces no entiendo lo que los maestros hacen ..."
yadiar julián.
Hablar de educación es sin duda alguna un tema de mucho debate y de análisis. No es fácil adentrarse a los grandes dilemas y modelos educativos que día a día van apareciendo con la etiqueta de ser los mejores. También no es fácil analizar el fenómeno educativo como algo acabado, simplemente porque se busca la perfección del mismo.
Antes de empezar el análisis sobre la simulación en la educación, es importante definir qué es un simulador: simular en términos semánticos se refiere a representar algo o hacer algo ( una cosa o actividad ) fingiendo lo que no es.
La palabra simulador es muy común en las escuelas de pilotos, es decir, es una recreación simulada de un vuelo utilizando una computadora u ordenador. Con ellos se simulan situaciones de emergencia sin poner en peligro ni a los pilotos ni a los aviones. Los programas de simulación de vuelo para computadoras personales generan simulaciones menos realistas, pero son didácticos y permiten practicar la navegación y aprender a leer los instrumentos.
Como vemos en las definiciones anteriores un simulador no es la realidad, sino el invento de ésta para practicar y adquirir una habilidad. La escuela no es entonces el invento de una u otra realidad; la escuela es la realidad y es en el ambiente áulico y escolar donde el maestro - ya no debe practicar- ni tampoco jugar a que trabaja.
La educación no es una ficción que no esta ligada a la realidad; el maestro, el docente, el catedrático, el formador, el pedagogo, el capacitador y el instructor hacen en muchas ocasiones una ficción de su misma realidad y trabajo educativo -simula trabajar-.
Cuando el maestro es un simulador de su quehacer educativo, su grupo escolar se convierte en una cabina de prácticas virtuales que no existen, su realidad es ficticia y como tal, su responsabilidad también lo es.
Simular el trabajo educativo conlleva: a la imperfección de lo que se hace; a la improvisación de las cosas; a la irresponsabilidad en las planeaciones y proyecto de trabajo; al trabajo diario basado en las ocurrencias espontáneas, producto de la genialidad del tiempo muerto y a la falta de compromisos para el logro de metas educativas y el cumplimiento del currículo . La razón es porque el maestro "simulador" no ve la educación como una realidad de compromisos, sino simplemente la percibe como un proceso que le toco vivir... maestros cansados de lo que hacen; maestros estáticos sin ninguna solución para el mejoramiento educativo... maestros falsos y equivocados de su vocación.
Es un peligro tomar a la escuela como un ambiente simulador, la escuela es una realidad social, los alumnos son individuos que repercuten y viven en una sociedad. Los alumnos no son máquinas, tampoco son una representación virtual de la realidad , son seres humanos que perciben y aprenden día a día.
Maestro: nuestra labor es hacer trascender a nuestros alumnos, debemos perfeccionarnos no en la simulación de nuestro trabajo, sino a través del estudio, de la preocupación de nuestros alumnos; de la preparación continua, de la investigación, de la lectura de lo que se desconoce, de la asimilación correcta de lo que se va aprendiendo y del trabajo con calidad, basado éste en una vocación fuerte y firme por su misma profesión de maestro.
Solicite el documento completo yadiarjulian@hotmail.com
sábado, 16 de febrero de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
este escrito es muy bueno
Hola, desafortunadamente la simulaciòn la vemos día a día en nuestras escuelas y es una gran pena porque finalmente los que pagan el precio son los alumnos.
¡Compañero maestro, aún estás a tiempo de salir y buscar algo que sea lo tuyo!
Publicar un comentario